En el texto
de Intervención educativa con un alumno con Síndrome de Asperger, Mª del Carmen López Cortés desarrolla
una experiencia educativa con un alumno diagnosticado con SA a los 6 años en un Centro de Salud
Mental Infanto-juvenil.
Cuando tenía 13 años la intervención se llevó
a cabo con un programa en el que se trabajaron varios aspectos. Dichos aspectos
fueron: la interacción y relaciones
sociales (en las que intentaron enseñarle reglas y convencionalismos,
entrenaron la comunicación no verbal, le enseñaron a “leer” a las personas y le
proporcionaron un guión de cómo actuar cuando se sintiera estresado o
enfadado), la comunicación
(desarrollaron su habilidad para entender conceptos abstractos, quisieron
enseñarle a entender metáforas, sarcasmos y chistes), las dificultades sensoriales y motoras (intentando enseñarle a
afrontar incidentes), las dificultades
emocionales (entrenar el autocontrol, el control de ansiedad, de
frustración y prevenir la depresión), la
conducta (con un programa de modificación de conducta) y la habilidad para el trabajo (en la que
trabajara la organización personal).
Los resultados obtenidos con esta experiencia
fueron satisfactorios para el desarrollo educativo y social del alumno.
En Guía de buena práctica para la
detección temprana de los trastornos del espectro autista el Grupo de Estudio de los Trastornos del
Espectro Autista del Instituto de Salud Carlos III, nos muestra el interés por la identificación
temprana en los trastornos del espectro autista (TEA) y establece que una
intervención temprana específica, personalizada para el niño y su familia,
conduce a una mejoría en el pronóstico de la mayoría de los casos.
Su objetivo es establecer criterios y procedimientos
para la detección temprana de niños con riesgo de padecer un TEA, para que
puedan ser evaluados diagnósticamente de forma que permita iniciar la
intervención adecuada, lo cual resulta de extraordinaria importancia para el
pronóstico de la persona y el bienestar de la familia.
En primer lugar,
se presenta la valoración objetiva de la situación actual de la detección
temprana de los TEA, tras la revisión de los escasos trabajos publicados en
España al respecto y el análisis de los datos de la encuesta realizada por el
Grupo de Estudio a 646 familias españolas.
En segundo lugar,
se recomienda el proceso de detección que ha de seguirse, y se delimitan los
pasos, servicios implicados e instrumentos disponibles.
Y por último, se
exponen las principales conclusiones generadas por el Grupo de Estudio sobre la
situación de la detección temprana en España además de ofrecer una propuesta
consensuada de cómo debería ser el proceso de detección para sistematizar el
seguimiento del desarrollo e identificar el grupo con riesgo de TEA.
Las autoras del texto Estrategias
educativas para orientar las necesidades educativas de los estudiantes con
Síndrome de Asperger en aulas ordinarias, Leire Darretxe Urrutxy y Lucy
Sepúlveda Velásquez, al ser testigos de intervenciones educativas para
niños con SA, han podido profundizar en el tema y pueden permitirse responder a
las inquietudes docentes de manera precisa para orientarlos y perfilar unos
patrones de actuación para que sirvan de guía en su labor inclusiva hacia el
alumnado con SA. Por tanto en este escrito se detallan varias implicaciones
educativas y estrategias de intervención que resultan útiles en las aulas para
responder a las necesidades de estos estudiantes en entornos ordinarios.
También se nos
presentan rasgos característicos del síndrome, pero nos aclaran que a pesar de
que todas las personas con SA tengan ciertas peculiaridades comunes, las
características individuales explican la variedad de casos existentes, y nos
describen tres casos diferentes para ver la individualidad del síndrome. Por
tanto, aunque hay una serie de estrategias que pueden resultar comunes a la
hora de intervenir con este tipo de alumnado, habría también que planificar
estrategias apropiadas a las necesidades de cada uno.
Además nos explican algunas de las principales teorías psicológicas que
intentan comprender a las personas con autismo debido a las dificultades que
muestran en estos ámbitos: “La teoría de la mente”, “La coherencia central” y
“Las funciones ejecutivas”, con sus respectivas tablas de dificultades y
principios de intervención a nivel escolar.http://repositorio.ual.es/jspui/bitstream/10835/821/2/Art_24_576_spa.pdf
El artículo
Interpretando a Hans Asperger escrito por Isabel Rejtman, una psicóloga que trabaja en el Comité Científico
de la Asociación Asperger Argentina, nos cuenta que recibe muchas familias, y
un alto porcentaje de ellas aunque se les dice que su familiar no presenta SA
siguen insistiendo en lo contrario por la angustia de clasificar a ese pariente
con grado de dificultad en algún tipo de trastorno para sentirse acompañado.
Por eso este comité admite a niños que no tienen SA ya que junto con los que si
lo tienen pueden ayudarse mutuamente.
Los padres tienen la
necesidad de que se les diga un diagnostico claro y preciso, pero Isabel
Rejtman piensa que no son mejores médicos si le ponemos apresuradamente el
rótulo a todo, que lo importante y más útil es decir qué hacer para que el niño
progrese.
Isabel articula su lectura sobre el capítulo de los Psicópatas Autísticos del Dr. Hans Asperger.
Isabel articula su lectura sobre el capítulo de los Psicópatas Autísticos del Dr. Hans Asperger.
La cuestión es que si
se interpreta que con la denominación “autísticos”, Asperger hablaba de un tipo
de autismo, es entendible que los profesionales cuando se encuentran con un
paciente un poco autista, lo diagnostiquen con el nombre de Asperger.
El grupo de las psicosis dentro del cual se encuentra el espectro
autista, no es el grupo adecuado para entender la problemática que Hans
Asperger describe y a los que llama Psicópatas Autísticos. No sería tan
necesaria una aclaración si no fuera por la idea de poner todo dentro de una
misma bolsa con un nombre inapropiado. Porque el nombre generalizador podría
ser el de Trastornos Generalizados del Desarrollo, pero no el de Trastornos del
Espectro Autista.http://asperger.es/publicaciones.php?id=3&cap=110&cat=2
En la revista
educación inclusiva vol. 4, nº2, podemos encontrar el siguiente artículo: El
alumno afectado síndrome de asperger en el aula ordinaria, por Pedro
Jurado de los Santos y Dolors Bernal
Tinoco.
En la actualidad podemos considerar la
atención educativa al alumnado que presenta algún tipo de alteración como un
proceso plausible y necesario desde un planteamiento inclusivo. Se podría
argumentar que la temática de la inclusión en el ámbito pedagógico no es
novedosa, ya que desde la implantación de la LOGSE (1990) son muchos los
autores que la han tratado (Giné, Stainback, Ainscow). En este trabajo se hace
un estudio que pone la inclusión en relación
con la patología Síndrome de Asperger. Las consideraciones que lo justifican
son:
-
La bibliografía reciente en España respecto a
esta afección es limitada.
-
A menudo,
el desconocimiento de los rasgos característicos del síndrome de
Asperger lleva al profesorado a la confusión con actitudes inadaptadas, cuando
percibe el comportamiento en el aula del alumno afectado o la relación social
de éste con sus compañeros.
Se plantea así la convivencia de valorar la
atención educativa a los alumnos con SA en aulas ordinarias.
Se pretende también, destacar la importancia
de ofrecer contextos inclusivos al alumnado que presenta cualquier tipo de
necesidad educativa básica (NEE) que requiera soporte para incorporarse a los
procesos de aprendizaje con cierto margen de eficacia. Por ejemplo, centros y
aulas de Educación especial, utilizar metodologías que permitan procesos de
enseñanza y aprendizaje individualizados, establecer canales de comunicación
con la familia, etc.
Y por último, se pretende favorecer la inclusión
de los alumnos SA en el aula y conocer el proceso inclusor llevado a cabo por
los profesionales. Para ello, los profesionales de la educación han de valorar
las NEE del alumnado afectado por SA en el aula y orientar el proceso de mejora
de sus competencias, analizar las relaciones de este alumno en el aula con sus
compañeros y los profesionales que interactúan con él y, valorar las
representaciones sociales de los profesionales que intervienen en el aula
teniendo en cuenta las estrategias metodológicas para favorecer el aprendizaje.
http://www.ujaen.es/revista/rei/linked/documentos/documentos/13-3.pdf
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